Gonzálo Gortázar, consejero delegado del banco, asegura que no se tiene interés en el dinero.

Caixabank ha sido el adjudicatario del Banco de Valencia por una cantidad irrisoria de un euro después de que este fuera intervenido -y después de que el Estado les inyectara 5.500 millones de euros para sanearlo-. Sin embargo, no se va a ver beneficiado de las millonarias indemnizaciones de los exdirectivos y de dos empresarios que han sido condenador por administración desleal por un valor de 417 millones de euros.

Ese dinero, o parte si alguno de los condenados lo desembolsa, irá directamente al Fondo de Restructuración Económica bancaria (FROB) gracias a un acuerdo privado entre el bando y el organismo público cuando se adjudicaron el Banco de Valencia, estableciendo que las iniciativas judiciales y extrajudiciales por posibles quebrantos económicos irían al FROB.

«Nosotros no tenemos un interés económico. Adquirimos el Banco de Valencia en un proceso competitivo, digamos de rescate, con la supervisión de la Comisión de Unión Europea, y llegamos a un acuerdo por el cual, todas las actuaciones sobre las responsabilidades anteriores iban a ser instigadas por el Frob», declaró Gonzálo Gortázar, consejero delegado de Caixabank.

Domingo Parra, exconsejero delegado de Banco de Valencia, ha sido condenado a cuatro años. Alfonso Monferrer, exdirector de Sociedades Participadas Inmobiliarias de la entidad, a 6 meses, y ambos deben responder solidariamente a una indemnización de 168 millones de euros. Salvador Vila y Juan Bautista Soler, ambos empresarios condenados como cómplices de administración desleal, tendrán que asumir 119 y 130 millones respectivamente con las sociedades Salvador Vila SL, Urbanas de Levante SL y Nou Litoral. Ninguno ha sido condenado por apropiación indebida.

La sentencia de la Audiencia Nacional no es firme, pero eso no elude que los condenados deban pagar las indemnizaciones ya que se establece que, debido a su actuación, el banco tuvo que se rescatado. Su conducta ilícita hizo que se produjera un quebranto a quien asumió la gestión del banco, en este caso Caixabank.

Gortázar no ha valorado si la sentencia y la cantidad económica es adecuada o no, ya que el papel de Caixabank es la de «ser instrumento del Frob, que lógicamente debe buscar las responsabilidades que se han producido en el pasado porque se han generado pérdidas para los contribuyentes y estamos de acuerdo en que se busquen esas responsabilidades».

Ha insistido en que lo que reciban de ese tema «va directamente al bolsillo del FROB y de todos los españoles. E intentaremos ayudar en la medida de nuestras posibilidades».

Fuente: ElMundo.