La administración de empresas es principalmente una actividad práctica y por ello el aprendizaje en esta disciplina debe estar igualmente basado en un método experimental y efectivo. Es momento de desmantelar los mitos respecto al conocimiento gerencial, nadie nace sabiendo cómo dirigir y administrar una empresa o departamento de la misma. Usualmente se ve como una habilidad mítica más que como una profesión, cuando la realidad es que la mayoría de las personas que están en dichos cargos han pasado por un centro de formación para adquirir conocimientos y desarrollar diversas habilidades.

Las empresas u organizaciones son como un sistema o máquina, están compuestas por muchas partes que deben funcionar perfectamente engranadas para tener un óptimo desempeño, crecimiento constante y gestionar los resultados esperados. El mercado es sumamente fluctuante y se necesita por ello una formación adecuada para enfrentar los retos que se presentan al momento de ejercer las funciones directivas en una empresa de cualquier sector.

La administración o dirección de empresas es una actividad profesional necesaria para la sostenibilidad y crecimiento de las compañías. Los profesionales que ostentan estos cargos están muy valorados y,  por tanto, sus remuneraciones están equiparadas a su nivel de responsabilidad, siendo considerablemente altas. Por ello, no es sorpresa que sea de las especialidades más solicitadas en diversos centros de formación de renombre. De hecho, el Máster de la Camara de Valencia es el programa más solicitado y no es para menos teniendo en cuenta todos los beneficios que aporta.

Alta demanda

El mundo está lleno de empresas, grandes, pequeñas, en formación, consolidadas y otras tantas en apenas sus etapas iniciales de creación y funcionamiento. Las grandes empresas tienen a su vez un número de subsidiarias y cada uno de estos establecimientos necesitan administración gerencial. Un buen administrador o directivo de empresas puede fácilmente conseguir empleo independientemente del sector o industria y país donde es encuentre.

Por supuesto, para optar a esos puestos de dirección, la persona debe mostrar un perfil profesional altamente calificado. Lo más importante en la actividad gerencial es la capacidad para encontrar soluciones a las problemáticas que van apareciendo así como ir tomando previsiones para situaciones a futuro. Estando el mercado en constante movimiento en sus diversos sectores, es una cualidad sumamente importante para cualquier empresario tener a su lado a una persona que pueda lidiar con las responsabilidades de la administración, dar soluciones efectivas a los inconvenientes que se puedan encontrar y diseñar planes estratégicos para el logro de los objetivos empresariales. 

Versatilidad laboral

Por lo general, las empresas se estructuran en diferentes departamentos: finanzas, contabilidad, ventas, recursos humanos, marketing y comercial así como las áreas relacionadas con la cadena de producción o procesos, etc. Dependiendo el sector en el que se encuentre o de su actividad, una empresa buscará más o menos especialistas en determinadas áreas, sin embargo, un profesional especializado en administración de empresas puede desarrollar su actividad laboral en cualquier departamento como responsable del mismo o a nivel más amplio asumiendo la dirección general de la compañía. 

Esto es posible ya que un titulado en Master en Administración o Dirección de Empresas ha desarrollado una visión global y multidisciplinar que permite la flexibilidad suficiente para, según sus intereses, habilidades, pueda ocupar puestos de alta dirección como entender los diferentes departamentos, gracias a las herramientas de gestión que domina, posibilitando así, el logro de los objetivos estratégicos que conduzcan a alcanzar niveles de competitividad empresarial.

Habilidad de liderazgo

Es necesario el liderazgo para ejercer una buena administración empresarial. Sería impensable poder gestionar procesos y con ello personas sin ningún tipo de 

habilidad de liderazgo, por ello la formación en administración de empresas se toma seriamente en preparar a los estudiantes para lidiar efectivamente con el recurso humano.

Esta es una adquisición no solo útil en el ámbito laboral sino en la vida personal. Incluso si se cambia de profesión es una habilidad que es útil y práctica en la mayoría de las áreas de la vida y uno de los principales beneficios de la formación en gestión de empresas. Desarrollar la capacidad de liderazgo significa conocer las herramientas más apropiadas para gestionar eficientemente el trabajo en equipo, la comunicación entre los miembros y saber motivar a cada persona.

Atractiva remuneración económica

Tener un buen sueldo es de las principales preocupaciones que enfrentan los trabajadores y no es para menos teniendo en cuenta en cómo el nivel de la calidad de vida es directamente afectado por este hecho. Al administrador de empresas no sólo se le paga como profesional sino que los cargos que suele ejercer son ejecutivos y gerenciales, los cuales tienen sueldos por encima de profesionales de otras áreas.

Por supuesto, se debe tener en cuenta que el alto nivel retributivo se debe a que la carga laboral y responsabilidad son mayores al tener que supervisar los lineamientos generales de la empresa. Cada trabajo necesita de ciertas habilidades y entre las principales que deben tener los directivos está el manejo del estrés, algo que se consigue con la confianza y la seguridad que aporta una formación especializada en dirección de empresas. Un aspecto clave también a considerar es que el directivo cuente con un equipo de trabajo comprometido. De esta forma, el profesional se ve motivado a desarrollar su potencial como líder y directivo.

Capacidad de emprender

Actualmente cualquier persona con una buena idea de negocio puede emprender, eso es cierto. Lo que no es real, es la garantía del éxito de dicha empresa, pues se necesitan una serie de habilidades personales para lograr establecer un crecimiento óptimo de la empresa en primera instancia.

Un administrador de empresas debe contar previamente con una serie de habilidades necesarias para llevar a cabo la administración efectiva de la empresa, desde el conocimiento económico, ejecutivo, gerencial al igual que las habilidades de liderazgo. Por tanto, es necesario antes de emprender, desarrrollar actitudes y  capacidades que contribuyan a hacer un emprendimiento efectivo y, bajo una dirección óptima, llevar adelante a su propia empresa.
El estudio de administración de empresas se puede describir como una experiencia personal transformadora, en tanto que provee de aptitudes, habilidades y conocimientos útiles tanto a nivel laboral como personal. Es enseñar a lograr la efectividad en los proyectos propuestos, por lo que las personas salen con un aprendizaje especializado e integral. Esta transformación suele producirse en Escuelas de Negocios donde los alumnos aprenden sobre casos prácticos de gestión, y se produce una retroalimentación muy positiva entre las experiencias de los docentes como del resto de participantes. Un Master en Administración de Empresas, como hemos visto, es una formación polivalente que habilita tanto para dirigir empresas, departamentos y/o facilitar la aventura del emprendimiento con más garantías de éxito.