El Ayuntamiento de Barcelona acaba de aprobar una normativa para regular los locales como el Heliogàbal de Gràcia.

David Carabén, cantante de la banda Mishima, celebraba la nueva normativa con una declaración: “Si se ha aprobado por unanimidad, no entiendo por qué no se ha hecho antes”. Así, no solo felicitaba por la cobertura legal que otorga el ayuntamiento a las pequeñas salas de música en vivo, sino que también deja claro lo que han tardado en hacerlo.

Para ello, se ha aprobado una ordenanza municipal de actividades de los establecimientos de pública concurrencia donde se establece un nuevo tipo de establecimiento: «Espacios de cultura viva». Un claro ejemplo es el Heliogàbal de Gràcia, uno de los más conocidos de la ciudad de Barcelona.

La ciudad reconoce el valor cultural de las salas de música en vivo que experimentan, innovan y sirven de lanzamiento a músicos de la ciudad. Carabén lo dijo: “La historia de la música en Barcelona no se explicaría sin las salas independientes”.

Por su parte, Sergi Egea, representante de la Asociación de Salas de Conciertos de Catalunya, recordaba que Barcelona ya tiene desde hace tiempo «un conjunto de salas sin el que no sería posible la actual escena cultural local”. “Por fin se salda una deuda con estas salas musicales. Ahora tienen un compromiso con su entorno como creadores de cultura urbana cosmopolita”.

Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, quien también asistió a la comparecencia para anunciar la nueva normativa, comentó que “los espacios de música de pequeño formato son uno de los pulmones de la cultura” y que “los grandes festivales no existirían sin estos espacios que experimentan y que han tenido que sobrevivir sin acompañamiento”.

Los espacios de cultura viva

Según la nueva normativa, los espacios de cultura viva son aquellos locales de pequeño formato que tienen una programación cultura estable y vinculada a la música en directo, las artes escénicas o cualquier actividad vinculada al arte contemporáneo y a la cultura popular.

Su aforo máximo ha de ser de 150 personas y programar un mínimo de 40 actividades al año además de contar con dos entidades de la ciudad. Existirán tres categorías: música amplificada, semiamplificada y música acústica.

Fuente: ElPaís.